Su acceso a la presidencia de la Demarcación tinerfeña del COAC llega en un momento especialmente difícil para el ejercicio profesional de la arquitectura. ¿Qué tareas y acciones ha marcado su Junta Directiva para ofrecer respuestas y soluciones?
“Es urgente identificar e incentivar nuevas formas de trabajo profesional. Entre otras, las relacionadas con la expansión y ofrecimiento de nuestra capacidad técnica hacia el exterior de Canarias. Otra vía clara es la que se refiere a la rehabilitación de edificios, privados y públicos, así como el espacio urbano y el paisaje insular. Además, la investigación y asesoramiento técnico a todos los niveles relacionados con la construcción y el urbanismo, es otro campo para los cuales estamos altamente capacitados los arquitectos y que ofrece espacio de trabajo. Por otra parte, hay que transformar las formas de relación con las administraciones públicas, así como con sus empresas participadas. La situación de degradación del ejercicio profesional en la esfera pública es tal que hay que lograr cambiar claramente las formas de contratación. Es necesaria otra forma de concurrencia a los concursos administrativos que se han ido convirtiendo en procesos muy desfavorables para la práctica profesional, justo en el momento en que el nivel de exigencia técnica se ha incrementado a niveles europeos y las remuneraciones se han mantenido por inercia en cifras tercermundistas”.
“Los arquitectos hemos sufrido en carne propia y en toda su crudeza la crisis. Desde 2007 hasta la actualidad el descenso en España de nuestro mercado de trabajo se cifra en un 95%, lo que resulta todavía más grave en Canarias porque contamos con un entorno legal más exigente y complejo. Además, nos enfrentamos también a la inexistencia de una movilización global de la sociedad frente a la crisis, la inercia política y un empresariado inerme. Este entorno de desmotivación ante las dificultades hace muy difícil encontrar alternativas efectivas de mejora”.
“Es que es así y por ello no nos queda más remedio que dar un vuelco radical a la profesión. Como dije antes, hay que innovar y encontrar nuevas áreas de trabajo o reactivar otras que parecen congeladas, como, insisto, la rehabilitación de la planta alojativa turística. Desde que se aprobaran las Directrices de Ordenación del Turismo, hace ya siete años, prácticamente no se ha hecho nada debido a la complejidad legislativa que no estimula la reconversión. También nos enfrentamos a la práctica paralización de la inversión pública en bienes colectivos necesarios como las infraestructuras sanitarias, educativas, culturales…”.
“La sociedad piensa que somos un colectivo elitista y centrado en esas prácticas artísticas rutilantes que han tenido un enorme eco estos años en los medios de comunicación. Nosotros queremos cambiar esa imagen, ya que sólo una minoría está instalada en ese grupo selecto. Ante todo, la mayoría de los arquitectos, somos profesionales necesarios, proveedores de servicios esenciales en la construcción del espacio”.
“La transposición de l Directiva Europea de Servicios, la Ley Omnibus, junto a su inminente desarrollo legislativo, nos obligará radicalmente a cambiar los colegios profesionales. Y tendremos que hacerlo en un momento de crisis brutal. Debemos cambiar la forma de financiarnos y lo haremos, como siempre, ofreciendo servicios”.
“Nuestra Demarcación ha sido pionera en la implantación de la supervisión administrativa de idoneidad técnica y urbanística. En la actualidad, mantenemos convenios con los ayuntamientos de La Laguna, Santa Cruz, Tegueste, Icod de los Vinos y Alajeró. Nuestra intención es seguir ofertando este servicio que agiliza enormemente la concesión de licencias a los promotores privados. También prevemos desarrollar una oferta de formación tecnológicamente avanzada. Consideramos que es preciso organizar una una estructura continua de cursos muy especializados que se dedique a mejorar las capacidades y especializaciones de nuestros colegiados y de otros profesionales, atendiendo a todo tipo de cuestiones, incluyendo no sólo los aspectos técnicos específicos sino también los empresariales, de marketing, gestión de estudios, financieros… Para esto, intentaremos convertirnos en entidades colaboradoras de otras entidades próximas, profesionales, empresariales, del INEM, ICFEM…”.
“Por supuesto. Queremos seguir participando con nuestras opiniones en los debates que interesan y preocupan a la ciudadanía. Desde la transparencia y afán de servicio, seguiremos con la tradición de más de treinta años de representación institucional en pos de contribuir a la mejora de nuestra economía, en arquitectura, urbanismo y ordenación del territorio. Desde luego, tampoco no olvidamos nuestra importante e histórica actividad dentro del mundo de la cultura a través de la relación que mantenemos con otras disciplinas afines: pintura, escultura… Continuaremos en esta línea por encima de visiones ideológicas”.
“Ahora mismo nos enfrentamos a una serie de temas estratégicos que requieren de una actuación inmediata y que resumo en la gestión de la energía, del agua y del transporte, junto a la explotación de nuestra posición geográfica. Se deben establecer marcos regulatorios eficaces que planifiquen y ordenen estos asuntos a largo plazo y favorezcan una inversión más eficiente de recursos cada vez más escasos. Sobre estos asuntos y otros incentivaremos un proceso de formación de opinión cualificada, ofreciendo nuestras ideas y argumentos para mejorar el necesario debate”.